Cuando México le declaró la guerra a los Nazis; El ataque alemán que nos llevó a la Guerra. - Está en la Historia

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sábado, 19 de mayo de 2018

Cuando México le declaró la guerra a los Nazis; El ataque alemán que nos llevó a la Guerra.

Hace 76 años, el navío petrolero Potrero del Llano fue hundido por los alemanes y orilló a México a entrar a la Segunda Guerra Mundial con la participación del Escuadrón 201 en las Filipinas.


El 9 de mayo de 1942, antes de embarcarse en el Potrero del Llano con rumbo a Nueva York y perder la vida, el teniente de Fragata Rafael Castelán Orta se despidió de su padre con un abrazo, le dio una caja de chocolates y una bolsa con cien pesos para que se los entregara a su mamá, la señora Juana Orta, como regalo del Día de las Madres.

El 17 de mayo de 1942, el señor Donaciano Castelán Navarrete, papá del desaparecido teniente contó a EL UNIVERSAL que antes de partir, su hijo le mencionó que “no tuviera cuidado porque los alemanes no se metían con los mexicanos”; sin embargo, eso no sucedió. Cuatro días después de aquella despedida, el barco Potrero del Llano fue torpedeado por el submarino alemán U-564, el cual lo interceptó en las costas de Florida al navegar con dirección al norte, de acuerdo con las noticias que se publicaron en este diario.

El 13 de mayo se cumplen 76 años del ataque alemán contra este barco mexicano al servicio de Petróleos Mexicanos, (Pemex) que abastecía a Estados Unidos. En el percance murieron 14 marinos, de los 35 que conformaban la tripulación, lo cual orilló a México a participar en la Segunda Guerra Mundial dos años después con el envío del Escuadrón 201 en la zona de las Islas Filipinas al mando del general estadounidense Douglas MacArthur.


Una noche de horror 

El horror vivido aquella noche del miércoles 13 de mayo fue narrado a través de un telegrama del teniente de navío Jorge Mancisidor, superviviente del Potrero del Llano, exclusivo para EL UNIVERSAL y publicado el 22 de mayo.

En el texto Mancisidor describió cómo fue ese episodio: “Los que quedamos vivos después del incendio y hundimiento de nuestro barco, veníamos dormidos, a excepción de dos o tres que se disponían a cubrir la guardia de las doce a las cuatro de la mañana. “El oficial de guardia se ocupaba de hacer su cálculo para fijar la situación precisa del barco y entregarlo al relevo correspondiente, permaneciendo también de guardia el segundo oficial Jorge Pawling Salazar, cuando de pronto oímos una tremenda explosión y sentimos que el barco se movía de forma violenta.

Salí inmediatamente de mi camarote y pude darme cuenta de que el puente de mando había desaparecido quedando doce tripulantes del otro lado. “El boquete que causó el torpedo fue exactamente abajo del camarote del capitán, produciéndose la explosión precisamente en el depósito del combustible y quedando la nave partida en dos entre popa y proa.

El incendio que sobrevino al instante convertía además a nuestro barco en una hornaza infernal”, describió Mancisidor. El 15 de mayo de 1942 se publicó el titular: “Potrero del Llano hundido por un submarino”. La nota describía cómo un sumergible del Eje lo echó a pique no obstante que llevaba todos los signos de su nacionalidad y viajaba con las luces encendidas. De los 35 tripulantes sólo se habían salvado 22. El capitán y los oficiales perecieron.

El tanque nacional había sido construido en Inglaterra en 1921 y bautizado F.A.Tamplin, cambió su nombre a Arminco en 1921 y ochos años más tarde a Lucifero, después en abril de 1941 fue rebautizado como Potrero del Llano en honor a uno de los fructíferos campos petroleros en Veracruz, de acuerdo con el libro A través de mis cristales, escrito por Héctor Chavarría. Este diario dio seguimiento a todas las reacciones que se registraron tras este ataque. El 16 de mayo el senador Fernando Magro Soto dijo: “El hundimiento del barco es una agresión incalificable que hace que a México no le quede otro recurso que declarar la guerra. Considero que México nunca antes había sufrido un ultraje semejante y por lo mismo es patriótico.”


“Como vi el hundimiento de mi barco” 

 El 22 de mayo de 1942 EL UNIVERSAL publicó el testimonio de Vicente Solano López, tercer maquinista del barco Potrero del Llano y superviviente, quien vivió la tragedia en aquellas horas de angustia: “Me llamo Vicente Solano López, soy maquinista o mejor dicho era maquinista de tercera del barco tanque Potrero del Llano.

Eran aproximadamente las 23 horas y cincuenta minutos del día 13 de mayo de 1942, cuando el cuarto maquinista Guillermo León Medina me pidió que lo relevara. “Al terminar de ponerme los zapatos escuché una explosión tremenda, por lo que el barco se cimbró fuertemente unos instantes que parecía voltearse, mi primer pensamiento fue dirigirme a los botes salvavidas para que en caso de haber peligro de muerte al menos intentar ganar el lugar que me correspondía en dichos botes.

Después subí a la cubierta y en el espacio que ocupaba el puente del barco había desaparecido entre las llamaradas inmensas a causa del impacto. “Después se inició una lluvia de chispas ardientes que me obligaron a volver a cubierta donde me reuní con algunos compañeros donde lanzamos las balsas salvavidas.

Después de incendiarse todo el combustible que se derramó del buque al mar, aquello adquirió un espectáculo dantesco, imposible de describir. Estuvimos en el agua por espacio de tres horas un grupo de cinco supervivientes, hasta que fuimos rescatados por un bote patrulla de los Estados Unidos y allí nos proporcionaron ropa, café e impermeables para cubrirnos del frío. “En mi opinión perecieron todos los que en sus camarotes se encontraban en la parte media del buque. El engrasador Enrique Vieyra, el cual se lanzó al agua junto con todos nosotros los que nos encontrábamos en la popa, y que yo presumo que la corriente lo lanzó a la zona del fuego, quemándose, pues se oyeron dos o tres desgarradores gritos y luego nada…”, concluyó el relato.

El 24 de mayo de 1942 llegaron a México los supervivientes del Potrero del Llano, así como el cadáver de su compañero el maquinista Rodolfo Chacón, en un féretro envuelto en una bandera mexicana, tenía 54 años de edad y había muerto en un hospital de Florida.

Realizaron un recorrido por Ixquimilpan, Hidalgo y otras zonas como Colonia, Jacala y Laredo, donde la gente los recibió con flores, después se trasladaron a la ciudad de México y llegaron hasta el Palacio de Bellas Artes, donde se levantó la capilla ardiente para recibir el cadáver de Chacón. Más de cien coronas florales adornaron la amplia sala del recinto. Entre los asistentes a la primera guardia estuvo el legendario líder de la CTM, Fidel Velázquez.

Dos días después del ataque, el 15 de mayo se realizó un primer homenaje en memoria de los patriotas muertos en el Potrero del Llano. El señor Efraín Buenrostro, gerente de Petróleos Mexicanos, dispuso que se suspendieran totalmente las labores de la industria del petróleo en la República durante diez minutos, de las 17:00 a las 17:10 horas; asimismo, todas las oficinas de la industria estuvieron de luto.

Por su parte, Petróleos Mexicanos enlutó su edificio en homenaje a la memoria de los marinos mexicanos víctimas de la injustificada agresión de los totalitarios contra la Patria, publicó este rotativo.

Gracias a: El Universal

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