La historia de la mexicana Julia Pastrana, considerada "la mujer mono." - Está en la Historia

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lunes, 18 de marzo de 2019

La historia de la mexicana Julia Pastrana, considerada "la mujer mono."

Nació en Sinaloa en 1834, sufría de una enfermedad llamada hipertricosis o síndrome del hombre lobo, por lo que su cara y su cuerpo los tenía cubierto totalmente de pelos. Adicionalmente a eso, tenía las orejas y la nariz más grande lo común que le daban la apariencia de un simio.
La tradición oral, dice el historiador Ricardo Mimiaga, fija el lugar de nacimiento de Julia Pastranaen el pueblo de Ocoroni, que actualmente pertenece al municipio de Sinaloa, en 1834. No ha sido posible verificar la fecha de su nacimiento, ya que no se encontró su "fe de bautismo", documento con que certificaban los nacimientos ante la ausencia de Registro Civil.

Se tiene poca información de su vida temprana, pero lo poco que se ha podidio averiguar, es que su madre la mantenía lejos de sus vecinos y en su casa no contaban con espejos, para evitar que la niña pudiera ver su reflejo, de igual manera, se sabe que su madre murió cuando ella apenas era una niña y quedó al cuidado de uno de sus tíos, quien aprovechó la situación para venderla a un circo.

Se tiene la certeza, que en su adolescencia abandonó el circo y se incorporó como empleada doméstica en la casa de Pedro Sánchez, quien en ese entonces fungía como gobernado de Sinaloa, hasta que en abril de 1854 decide retirarse y regresar para su lugar de origen. Sin embargo versión dice que en ese mismo año Pedro Sánchez la vendió a Francisco Sepúlveda, administrador de la Aduana Marítima de Mazatlán, quien hizo fortuna con actos de corrupción, según lo dice en sus memorias Ireneo Paz, abuelo de Octavio Paz.



Debido a que Sepúlveda desconocía el idioma inglés y el negocio del circo contrató al estadounidense Theodore Lent.

"Como no hablaba el idioma inglés, ni conocía de los negocios de circo de allá (Estados Unidos), contrató al estadounidense Theodore Lent. Este señor Lent resultó ser más abusado y más inteligente que el mexicano Sepúlveda, porque se aprovecha de la situación y ve un filón de oro en Julia Pastrana y se casa con ella al día siguiente de su primera presentación en el circo para apropiarse su cuerpo y así poder explotarla".

Lent explotó a Pastrana llevándola por circos de Europa y Estados Unidos. Durante una de las estancias de la pareja en Londres, Julia fue examinada por odontólogos ingleses quienes enviaron los resultados de sus estudios a Charles Darwin, quien mencionó el caso de Julia en el capítulo XXV de su obra The Variation of Animals and Plants Under Domestication:

"Este es otro caso que me ha comunicado el Sr. Wallace, fue atendido por el prestigiado Dr. Purland, un dentista: Julia Pastrana, una bailarina española, era una mujer extraordinariamente fina, pero ella tenía una espesa barba masculina y una frente peluda, ella fue fotografiada y se exhibió como espectáculo, pero lo que nos preocupa es que tenía en las mandíbulas superior e inferior un conjunto irregular doble de dientes, una fila que se coloca dentro de la otra, de los cuales el doctor Purland tomó muestras".

Las giras por Europa siguieron, en sus escasos ratos libres, Julia se entretenía leyendo pues era ilustrada e inteligente, llegó a dominar tres idiomas. Crónicas de la época dan cuenta que Julia tenía una voz melodiosa, de mezzosoprano, además de que bailaba muy bien.

A inicio de 1860 la pareja descubrió que Julia estaba embarazada, dio a luz en Moscú. Su hijo heredó su enfermedad y murió apenas 36 horas después de haber nacido. Julia falleció cinco días después a causa de fiebre puerperal.

LA EXPLOTACIÓN DESPUÉS DE MUERTA
La explotación de Julia Pastrana no terminó con su muerte, Theodore Lent, entregó los cuerpos de ella y de su hijo para que fueran embalsamados al profesor Sukolov, de la Universidad de Rusia. Luego de una disputa legal con la Universidad, Lent recuperó las momias de "su familia" y las siguió exhibiéndolas hasta su muerte en 1884.

A la muerte de Lent las momias de Julia y de su hijo cambiaron de manos varias veces, durante la Segunda Guerra Mundial los nazis intentaron llevarlas a Berlín, sin embargo el traslado no se concretó. Las momias terminaron en una bodega en Noruega donde las ratas destrozaron el cuerpo del bebé. El cuerpo de Julia fue llevado al Instituto de Investigaciones Médicas de la Universidad de Oslo, donde permaneció hasta que fue entregado a autoridades diplomáticas mexicanas.

JULIA PASTRANA, UNA INSPIRACIÓN
Aunque poco conocida en México, la vida de Julia Pastrana ha inspirado obras de teatro, películas y otras manifestaciones artísticas. De entre éstas conviene destacar la película italiana La donna Scimia (1963), producida por Carlo Ponti y dirigida por Marco Ferreri, protagonizada por Ugo Tognazzi y Annie Girardot. 

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