El meteorito cayó el 30 de noviembre de 1954 a las 18:46 horas, formando un rastro bien visible en el cielo y dividiéndose en al menos tres fragmentos. El de mayor tamaño, es el fragmento Hodge, que atravesó el techo de su casa en Oak Grove, Alabama, rebotó en una radio situada en una de las habitaciones y golpeó la cadera izquierda de Ann Elizabeth Hodges, quien estaba descansado sobre el sofá.
La mujer logró sobrevivir, sin embargo el accidente le dejó secuelas psicológicas, el golpe dejó a Hodges un enorme hematoma en la cadera, pero las lesiones más importantes fueron mentales. Vivió el resto de su vida con miedo y acabó muriendo por un fallo renal en 1972.
Se trata del primer caso bien documentado de un ser humano afectado por un meteorito, aunque no es el único que se sabe. Estadísticamente, es más fácil ser golpeado por un huracán, un tornado y un rayo al mismo tiempo.
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