El manicomio de Hellingly en el condado de East Sussex en Inglaterra fue construido en 1903 y cerrado en 1994. Hoy es considerado uno de los lugares más macabros del mundo.
Podía alojar hasta 700 personas, pero parece que en ocasiones hubo hasta 1250. Esta redundancia impidió que los médicos siguieran a los pacientes adecuadamente y se convirtieron en ratas de laboratorio.
Aquí se probaron los tratamientos "alternativos" descritos en la película "Atrapados sin salida", como la lobotomía y electroshock.
Hoy la estructura que queda es mucho más pequeña que antes y es una acumulación de equipo médico polvoriento y oxidado que se vuelve aún más perturbador por el ruido, susurros y voces de espíritus que parecen "habitar" el hospital.
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