La foto de estas dos niñas yemenís llamadas Tehani (rosa) y Ghada (verde), podría parecer a simple vista de lo más común: Una foto acompañada de sus padres, pero la realidad es otra, los hombres que están parados junto a ellas realmente son sus esposos, historias como estas son demasiado común en el medio oriente donde las niñas son obligadas a casarse con hombres mucho mayores.
En el año de 2004, la famosa fotógrafa de la National Geographic Stepahanie Sinclair, realizó un documental bastante crudo sobre las niñas que son forzadas en contra de su voluntad para contraer matrimonio con hombres que bien podrían ser sus padres, las razones por la que se da aquello es variante: porque no pueden darse el lujo de alimentar a todos sus hijos o para crear alianzas familiares con el fin de liquidar una deuda, sin embargo este tipo de unión puede tener consecuencias abusivas e incluso llevar a la muerte a la menor.
En la foto podemos apreciar a Tehaní de ocho años, pero desde que tenía seis años, la obligaron a casarse con un hombre de 25 en Yemen. La mirada triste y su cabeza envuelta en un velo negro apunta fijo a la cámara y a su lado la acompaña su esposo. Junto a ellos otra pareja, también una niña y un adulto, completa la fotografía en la montañosa Medio Oriente, que en estos días sobrevuela ampliada en la sala del museo donde se exhibe la muestra.
A palabras de la fotógrafa indica que las imágenes pueden ser bastantes susceptibles para algunas persona.
Por desgracia, la cifra de matrimonios infantiles no parece cesar, se calcula que cada dos segundos casan a una niña en el mundo, contra su voluntad, niñas de 5 ó 6 años, sin tener todavía uso de razón en este mismo instante están siendo comprometidas, estas cifras son de acuerdo al Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Con "Too Young to Wed", el nombre de la exposición en inglés, Sinclair recorrió el mundo visibilizando esta problemática y desde hace poco su proyecto tomó otra dimensión: "Además de la muestra, somos una ONG recién conformada que trabaja con varones para generar cambios en la comunidad y también realiza una tarea de empoderamiento con las chicas, para que ellas mismas puedan generar ese sentimiento de valor que se les robó con el acto de casarse", explicó.
Sinclair llegó a Afganistán como periodista cubriendo los sucesos que ocurrieron después del 11 de septiembre de 2001 y se topó con una realidad cotidiana y muy alejada de lo que ella vivía en su país."Es ahí donde conocí a estas niñas que estaban casadas", comentó la fotógrafa.
Empezó a fotografiarlas, las conoció, descubrió sus vidas y con el tiempo entendió que "una de las consecuencias más directas del casamiento infantil es que las niñas dejan de ir a la escuela, por lo tanto su plan de vida cambia radicalmente.
Ya no tiene marcha atrás. Además tienen hijos en edades muy tempranas y sus niños nacen prematuros porque a veces ellas no están preparadas físicamente para tener un embarazo", detalló.
En palabras de la fotógrafa, "todas viven experiencias de muchísima violencia, pierden toda posibilidad de decidir sobre sus propias vidas, no se valoran, no tienen educación, muchas van a la escuela y cuando saben que las van a casar las dejan de mandar", comentó, al tiempo que ejemplificó: "Una niña fue vendida a los 11 años a cambio de heroína, esa nena me contó que nunca se sintió querida en su vida".
La expocisión de "Too Young to Wed", está recorriendo los países de todo el mundo, para presentar ante la sociedad 34 fotografías bastantes fuertes, de lo que viven millones de niñas al rededor del planeta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario